miércoles, 29 de junio de 2011

Fundación Argentina de Afasia

Maravillosa e interesante encuentro sobre sexualidad con el grupo de pacientes del centro de día.
Mucha participación e interes. Experiencia mutuamente enriquecededora.
Nos seguiremos viendo!! Gracias.

Ana Peláez critica el "tratamiento sensacionalista" de la discapacidad en la prensa




Fuente: http://www.europapress.es/cantabria/noticia-ana-pelaez-critica-tratamiento-sensacionalista-recibe-discapacidad-medios-comunicacion-20110628193254.html

SANTANDER, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
   La representante española en la Comisión de Seguimiento de la Convención de la ONU de los Derechos de las Personas con Discapacidad y directora de Relaciones Internacionales de la ONCE, Ana Peláez, ha criticado el "tratamiento sensacionalista" con que los medios de comunicación tratan la discapacidad.
   Así lo ha afirmado Peláez este jueves en su intervención en el Taller 'Radio y discapacidad. Una radio para todos', organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en colaboración con Radio Nacional de España, donde ha abordado la situación de las personas discapacitadas desde el punto de vista de la comunicación.
   Según Peláez, los medios "no deberían buscar el sensacionalismo" sino intentar incorporar un "concepto de normalidad" en lo que se refiere a las noticias específicas relacionadas con las personas que sufren una minusvalía, tarea para la cual hay que "dar voz" al colectivo.
   Peláez, que participó activamente en la redacción de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 13 de Diciembre de 2006, ha explicado que sobre los medios de comunicación "recae gran parte de la responsabilidad" a la hora de crear una "imagen colectiva" de estas personas.
   Por ello, ha expuesto la necesidad de "formar a los profesionales" de la comunicación para que "sean capaces de llegar a los discapacitados" y ha insistido en que hay que "mejorar la accesibilidad" de los medios para toda la población, ya que la mayoría de personas afectadas no pueden disponer de la información general "más básica".
   Peláez ha asegurado que "los medios de comunicación y las redes sociales no son accesibles" porque "hay una carencia infinita", y, en este sentido, ha apostado por "buscar fórmulas innovadoras" que permitan poner la información a disposición de todos.
   Sobre las medidas concretas que se plantean, ha señalado la importancia de que la Administración Pública "se comprometa" a llevar a cabo planes de accesibilidad, aunque ha reconocido que los avances "se han visto limitados con la crisis".
PERSONAS DISCAPACITADAS EN LOS MEDIOS
   También, la ponente ha destacado la necesidad de que los medios cuenten en sus órganos de gestión con "la participación de personas discapacitadas" y ha recordado que cumplir el principio de accesibilidad "beneficia a toda la sociedad".
   Además ha explicado que, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en todo el mundo existen alrededor de 650 millones de personas con alguna discapacidad, por lo que se trata de un colectivo que no puede "contextualizarse como un todo indivisible".
   Así, Peláez ha citado la Convención de Naciones Unidas para afirmar que estos problemas impiden a las personas "la participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás", y ha destacado que son "las barreras y el entorno" los que imposibilitan la integración de este colectivo.
   Por ello, ha afirmado que la problemática "no es de las personas afectadas" sino de la sociedad y las administraciones que "no saben o tienen los medios adecuados para resolver el problema".
   A este respecto, Peláez ha señalado la importancia del Tratado que posee "naturaleza jurídica vinculante" y "compromete" a los Estados que lo ratifican a "erradicar las barreras" y conseguir una integración plena.

Alcala de Guadaira Jornadas de sexualidad, afectividad y discapacidad España


Jornadas sobre sexualidad, afectividad y discapacidad

Fuente: http://www.teleprensa.es/sevilla-noticia-308088-jornadas-sobre-sexualidad-afectividad-y-discapacidad.html

Se desarrollan los días 29 y 30 en Alcalá de Guadaíra, con la participación de autoridades y expertos en la materia
Publicado el 29-06-2011 13:28

ALCALÁ DE GUADAÍRA.- El Ayuntamiento alcalareño, a través de su Centro de Servicios Sociales, celebra estos días 29 y 30 unas jornadas sobre ‘Sexualidad, afectividad y discapacidad’, en la que tomarán parte autoridades y expertos para analizar y dar respuesta a las demandas que sobre este respecto tienen hoy día las personas con discapacidad .

El ciclo se abre esta tarde con la recepción y entrega de material a partir de las cuatro y media de la tarde. El acto inaugural corre a cargo del director general de Personas con discapacidad, de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, Gonzalo Rivas Rubiales; y del alcalde de Alcalá, Antonio Gutiérrez Limones.

A las cinco y media tendrá lugar la ponencia ‘Familia, sexualidad y discapacidad. Guía práctica’, a cargo de la psicóloga master en sexología y terapia sexual, Reyes Paniza de la Vega. Después de una pausa se abrirá un espacio reflexivo en torno a ‘Una realidad, una necesidad: hasta los ángeles tienen sexo’, con la participación de Joaquín García, de la Confederación Andaluza de Organizaciones a favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS); María José González, del centro de salud D. Paulino García Donas, de Alcalá de Guadaíra; Pilar Sepúlveda, de la asociación AMUVI; y como moderador Rafael García Galán, trabajador social del Distrito Sanitario Sevilla Sur.
El jueves, desde las cinco, tiene lugar la exposición ‘Con discapacidad y con sexualidad’, por María Ángeles Cózar Gutiérrez, de la Federación de Asociaciones para la Promoción de la Mujer con Discapacidad (LUNA).

El espacio reflexivo lleva por título ‘Homosexualidad y discapacidad: discriminando dos veces’. Participarán Rosa Mena, de la Asociación LGTB Sevilla DeFrente; Rocío Pérez, de la Confederación Andaluza de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (CANF); y el psicólogo y agente de prevención de los Servicios Sociales alcalareños, José Carlos Segura. La clausura estará presidida por el concejal de Servicios Sociales y Familia de Alcalá, Clemente Oliveros, y el defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo.

domingo, 26 de junio de 2011

Las fantasías eróticas* (Parte II)

Fuente: www.sexovida.com

(Adaptado del libro “Los varones que saben amar”, Sapetti A., Editorial Galerna, Bs. As., Argentina)
"Se miente más de la cuenta por falta de fantasía, también la verdad se inventa".
Antonio Machado, poeta español

EL GRAN MASTURBADOR, DALI, 1929Si bien no puede hablarse de límites en lo que a capacidad imaginativa se refiere, podemos decir que si las fantasías impiden que un individuo se conecte con la realidad o perturban su conducta, como es el caso de los alienados o los psicópatas, ya responderían a distintos grados de alteración mental y entran en el dominio de la psicopatología.
Ciertas fantasías, sin llegar a ser lo anterior, pueden funcionar negativamente y son esos casos en los que muchos varones piensan que van a funcionar 10 puntos, que ellos podrán siempre y con toda mujer. No aceptan que factores de orden psicológico o físico puedan disminuir su potencia sexual, entonces la realidad con la cual se encuentran les hace vivir situaciones de angustia. También hay fantasías que alteran la vida sexual como las de castración, el temor obsesivo de embarazar, de contraer una enfermedad contagiosa o de lastimar a su pareja.
En algunas fantasías varía el contexto, el individuo imagina un lugar o situación determinada, por ejemplo que está en una playa del Caribe o en la plaza. Otras giran en torno a personas o personajes: en general tienen que ver con mujeres o varones inaccesibles como la pareja de los amigos, los compañeros de trabajo o una superstar.
Las estadísticas revelan que la mayor parte de las fantasías se dan con personas conocidas o allegadas.
Hay fantasías preparatorias, con las que se obsesionan esperando el primer encuentro sexual con una mujer y que sirven para calmar la angustia. Otras muy comunes son aquéllas en las cuales el varón imagina variantes con dos mujeres, orgías grupales, uso de objetos y ayudas sexuales que no se atrevería a emplear en la práctica, con cambios de roles (por ejemplo que la mujer lo penetra a él). Y, por supuesto, no pueden dejar de mencionarse las fantasías homosexuales en personas que las utilizan en sus encuentros heterosexuales o en sus actividades masturbatorias. Me estoy refiriendo a heterosexuales que se excitan con historias donde mantienen relaciones sexuales con otros varones o en las que otros poseen a sus mujeres. Esto no deberá parecer tan extraño ya que en muchos seres humanos pueden aparecer sueños o fantasías homoeróticas pero esto no quiere decir que sean gays. No por soñar con un juego amoroso con alguien del mismo sexo o porque un varón tenga rasgos afeminados o una mujer aspectos varoniles eso los define como homosexuales.
Si las fantasías se vuelven excluyentes y el individuo sólo se conecta con lo sexual a través de ellas habrá que estudiar el caso para saber dónde está el bloqueo que no deja pasar a la acción: puede tratarse de una limitación derivada del carácter o de una neurosis. Por otro lado hay personas que parecerían tener paralizados los mecanismos de la imaginación. En general se trata de personas con una vida sexual muy pobre. Dentro de este tipo se hallan los esquemáticos y los obsesivos que tienen todo estructurado y no pueden salirse de lo tipificado. Pero esto les ocurre en todos los órdenes, se trata de personas que no fantasean con nada: ni con ganarse la lotería, ni con ascender socialmente, ni con viajar.
Hay personas que parecerían tener paralizados los mecanismos de la imaginación. En general se trata de personas con una vida sexual muy pobre.
FALOBELISCO , LOLA GARCIA GARRIDOHubo una época donde se pensó que la apertura del campo de la conciencia y la exacerbación de la fantasía a través de algún alucinógeno podía ayudar al análisis de la producción del inconsciente. Concretamente se utilizaba el LSD, pero los ensayos que se hicieron terminaban con personas desestructuradas, con cuadros de angustia a quienes, muchas veces, hubo que medicar con sedantes para restablecerlas. Algo parecido le ocurrió a Freud con la cocaína cuando pensaba que podía ser un eficaz antidepresivo -en ese tiempo no existían los medicamentos para la depresión-, pero pronto se llegó a la conclusión de que sólo cumplía con este cometido de una manera fugaz. Lo mismo podemos decir de sustancias como el citado ácido lisérgico o el éxtasis.
En la niñez y en la adolescencia las fantasías son tan abarcativas que llegan a construir un mundo paralelo y tan vívidas que quienes las alimentan se morirían de vergüenza si supieran que algunos de sus ensueños pudieran traslucirse. Con el tiempo, la adultez y la inevitable seriedad, la posibilidad de disfrutarlas se va reprimiendo o adquiere el tono marginal de algo que se admite pero se reconoce como algo incorrecto, vivido con culpa.
Con respecto al tiempo de fantasías, podría decirse que en las primeras etapas de la vida se destacan las muy imaginativas -el niño y su prodigioso pensamiento mágico- y las prospectivas -el adolescente que proyecta lo que no conoce o nunca hizo y quiere hacer-; cuando se es adulto o anciano son más comunes las compensatorias o retrospectivas: se quiere lo que ya no se puede, lo que se perdió o no es fácil de alcanzar, por ejemplo hacer el amor con una jovencita. De todas maneras, sin lugar a dudas, el sexo se enriquece con las fantasías. Por supuesto debe tenerse una vida sexual lo suficientemente intensa e interesante como para que las fantasías funcionen como complemento o ingrediente, sin llegar nunca a sustituirla. A tal punto son importantes que suelen utilizarse terapéuticamente: amparadas en la propuesta de un juego, un rol, inclusive de una máscara o vestuario, las personas logran desbloquear o desinhibir ciertos canales de su inconsciente que eran la causa de alguna disfunción sexual. Aunque resulte una paradoja, es muy común ver a personas que, representando un personaje, logran ser ellas mismas.
A tal punto las fantasías son importantes y enriquecedoras que suelen utilizarse terapéuticamente: las personas logran desbloquear o desinhibir ciertos canales de su inconsciente que eran la causa de alguna disfunción sexual.
También suelen ser un antídoto contra la rutina sexual. Lo que uno no puede imaginar difícilmente lo podrá llevar a cabo; desde una postura idealista podría decirse que los hechos primero se producen en nuestra mente para poder luego llevarlos a la realidad. Hay quienes deben recurrir a fotografías o películas donde se corporizan las fantasías no realizadas de muchos individuos. El empleo de estímulos externos como un film, revistas o libros resulta válido como activador de apetitos o fantasías (“¿qué se habrán hecho de aquellas aventuras que nos prometían los libros infantiles?”, decía Rimbaud) y suele modificar rutinas establecidas. Pero también pueden ejercer un efecto inhibitorio, por las dificultades que se producen al intentar imitar modelos basados en el rendimiento, donde muy poco interviene el respeto y la consideración por el otro.
Por último, volviendo a un tema anterior, es común que haya gente que se preocupa cuando fantasea con otra persona (o con un grupo) mientras mantiene relaciones con su pareja: si este recurso es siempre imprescindible para uno de los dos miembros puede ser que se agote y pierda su calidad estimulante y placentera. Por otra parte, puede estar alertando sobre algún deterioro en el vínculo que no ha sido detectado o encarado por la pareja, pero diré también que es una posibilidad dentro del vasto mosaico de las fantasías que puede contribuir, usándola como uno de los tantos recursos eróticos, a que esa pareja mantenga viva la llama del deseo a través de su existencia.
* Dr. Adrián Sapetti, médico psiquiatra, sexólogo.
  Centro Médico Sexológico, Bs. As., Argentina
(5411) 4552-0389 / 4555-6865
info@sexovida.com

Las Fantasías eróticas Parte I


Las fantasías eróticas* (Parte I)
Dr Adrián Sapetti

(Adaptado del libro “Los varones que saben amar”, Sapetti A., Editorial Galerna, Bs. As., Argentina)
"Se miente más de la cuenta por falta de fantasía, también la verdad se inventa".
Antonio Machado, poeta español
La imaginación es una de las características distintivas de los seres humanos y las fantasías (del latín phantasia = ficción, cuento, novela, pensamiento elevado e ingenioso) representan sus costados más fértiles. Es la facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales. Sus manifestaciones y contenidos son tan ilimitados como los resortes internos que se mueven para generarlos. Abarcan desde las que sirven para excitarse hasta las que tienen un uso terapéutico, permitiendo mantener activa la capacidad de asombro y comprender cuán infinito es el universo de la temática sexual.
Las fantasías eróticas básicamente son aquéllas cuyo contenido se centra en lo sexual, en lo demás no se diferencian de cualquier otro tipo de fantasía, como la que lleva a una mujer a soñar que es una bailarina clásica o a un varón con ser el goleador de su equipo, por sólo mencionar dos estereotipos. El mecanismo de producción es el mismo: se halla en un nivel intrapsíquico, desde donde se proyectan los pensamientos ilusorios, cargados con los contenidos de la memoria sensitiva -olores, gustos, sonidos, colores-. En muchos casos lo que se fantasea son emociones, hechos vividos concretamente en el pasado o invenciones absolutas del individuo.
La imaginación nos permite transportarnos, sin ningún costo adicional, a situaciones deseadas o prohibidas. Desde la niñez, las fantasías son el vehículo de nuestros más ocultos deseos, algunos inocentes y otros no tanto. Recurriendo a una explicación simple podría decirse que suplen determinados agujeros de la realidad: cuando aparece alguna dificultad para interpretarla, comprenderla, aceptarla o soportarla, irrumpe la ficción, se filtra el sueño. Como decía el escritor Ray Bradbury: “hay que inyectarse todos los días con fantasías para no morir de realidad".
Muchas personas recurren a las fantasías como un factor de enriquecimiento de su vida erótica.
Si bien es cierto que el desconocimiento, la falta de respuestas o la represión son grandes generadores de fantasías, de ningún modo debe pensarse que todas son la consecuencia de una limitación o carencia afectiva y sexual. Muchas personas recurren a ellas como un factor de enriquecimiento de su vida amorosa.
Podríamos intentar tipificar algunas fantasías eróticas para facilitar su comprensión, a la vez que disminuir la angustia de muchas personas que se alarman cuando las tienen porque se sienten como perversos, anormales o enfermos; en lugar de aceptar que los sueños, utopías, delirios y vuelos imaginarios son universales:
·      Las que ayudan a excitarse: responden a un placer de tipo narcisístico pues quien las produce no persigue otra finalidad que regodearse imaginándolas.
·      Las que sirven para masturbarse: aquí entra en juego un otro. Se conciben situaciones, personas y lugares con el fin de lograr una excitación que será liberada a través del acto masturbatorio.
·      Las que suplen carencias: comunes a algun@s solter@s madur@s, viud@s y gerontes de ambos sexos.
·      Las que permiten realizar el coito o sirven como ingrediente: hay personas que no pueden tener actividad sexual si no encienden sus fantasías a través de material gráfico o audiovisual y otras aderezan el encuentro fantaseando determinadas situaciones, inclusive pensando en otra persona que no es su pareja.
·      Las compartidas con la pareja que procuran aumentar la pasión, pudiendo incluir juegos donde se interpretan escenas, lugares, personajes o roles diferentes.
·      Las fantasías sadomasoquistas y parafílicas en las que, en ciertos casos, aparece la necesidad de lastimar, de infligir castigos, o ser castigados, de violar o tener relaciones paidofílicas (con niños).
Hay fantasías compartidas con la pareja que procuran aumentar la pasión, pudiendo incluir juegos donde se interpretan escenas, personajes o roles diferentes.
Un colega y amigo, Roberto Rosenzvaig, en su libro La pareja al desnudo, cita alguna de las fantasías más comunes, que algunos llevan a la práctica:
·      Las de poder, de gran potencia o dominio sexual.
·      Las de la mujer colocada en actitud de idolatría y deseo exclusivo del varón y sus atributos.
·      Las voyeuristas: imaginan mirar a una mujer que se desviste o se masturba o a una pareja haciendo el amor. Una variedad de esta última, muy prevalente entre los varones, es de querer ver a dos mujeres teniendo relaciones sexuales entre ellas.
·      Las fantasías exhibicionistas, del tipo que consiste en mostrar su cuerpo o los genitales o masturbarse delante de la mujer deseada.
·      Las "colectivas", que representan el deseo de intercambio de parejas o de sexo grupal.
*Dr. Adrián Sapetti, médico psiquiatra, sexólogo.
Centro Médico Sexológico, Bs. As., Argentina
(5411) 4552-0389 / 4555-6865


Las Zonas erógenas de los varones


 Fuente: www.sexovida.com

Condicionantes de la cultura
Dr. Adrián Sapetti
Cuando nacemos, niños y niñas, los primeros estímulos son táctiles extragenitales -incluso antes que la actividad succionadora-, sea de la madre, el padre o la enfermera. Muchas veces, es lo que perdemos tempranamente, sobre todo de nuestros padres: las caricias, los masajes que nos daban por todo el cuerpo, los "mimitos". Siempre recuerdo algo que nos decía el maestro Escardó cuando cursábamos Pediatría: "el eczema infantil es una enfermedad por falta de caricias".
Sabemos que la piel se origina de la misma raíz embriológica que el cerebro con lo cual la dermis no sólo es una cubierta sino algo donde se reciben las sensaciones afectuosas, agresivas o dolorosas. O sea que, salvo los condicionantes de la cultura, no hay nada que impida a los varones disfrutar de las caricias. Es cierto que los varones han privilegiado los estímulos visuales, al punto que el voyeurismo es una parafilia típicamente masculina; las mujeres le dan suma importancia a lo táctil, a las caricias, masajes, mimos y besos; pero creo que es algo que está en proceso de cambio: hay mujeres que ven desnudos masculinos en shows y films "hardcore" y varones que disfrutan sobremanera de masajes eróticos.
Muchos varones acusan a sus mujeres (sobre todo en quienes están en la década de los 50 o más) de que son "pasivas", que no los buscan y que no  los estimulan en la zona genital, que no les hacen la fellatio (estimulación oral genital al varón) ni quieren cambiar de posiciones. Pero también convengamos que los varones son muy falocéntricos y pretenden que ellas vayan directamente "al grano" y, antes de empezar un mínimo cortejo, suponen que tienen que estimularlos genitalmente, cosa que a las damas no siempre les agrada; es como si sintieran: "¡lo único que existe es su pene erecto!". Esto se ve claramente en varones con disfunción eréctil que están observando todo el tiempo si la erección  ("la primma donna assoluta") llega, cuán rígida es y, si no aparece, ni se acuerdan de la mujer que tienen al lado. He visto que, en casos de impotencias, muchas veces, a ellas les molestaba más el olvido que hacían de su presencia que el hecho de la tan mentada erección. Hay quienes se quejan de que muchas mujeres son bruscas porque succionan el pene de una manera mecánica o les tocan los genitales de modo torpe y rudo. Quizás, en realidad, tampoco sepan cómo hacerlo de otra manera, pero la brusquedad es más común observarla entre los varones.
La omnipotencia de los varones
Los varones tienen muy arraigada la idea de que todo tiene que ser espontáneo ("ella tenía que adivinar, que saber lo que me gusta") pues todo viene programado de fábrica y ellos, por supuesto, de sexo ¿qué tienen que aprender?
Es bastante común que cuando decimos que lean algún libro sobre sexualidad, algunos exclaman: "¿qué más puedo aprender yo, qué me pueden enseñar sobre sexo?". Omnipotencia, que le dicen. A lo cual les respondo: "¡qué suerte que tienen!, porque yo, que escribí varios libros y leí muchos más, sigo leyendo y no termino de informarme y sorprenderme". Por otro lado sienten que si explicitan: "me gusta esto y lo otro", sería una señal de debilidad; son las mujeres las que piden, nosotros -a lo sumo - exigimos. Creo que el no decir ciertas cosas lleva a fracasos, malentendidos, confusiones o, más simplemente, a no poder descubrir nuevas formas y zonas de placer.
Los tabúes
Además de la zona genital hay otras de alto nivel sensitivo - erótico: región anal, glúteos, pezones, cuello, detrás de las orejas, manos y dedos, ingle y cara interna de muslos, piernas, en fin diría que todo el mapa del cuerpo humano. Aunque parezca obvio, muchas veces hay un gran olvidado que es el beso: hay varones que descuidan esto como estimulación erógena con su pareja y muchas mujeres se quejan de que ellos "no las besan en los labios".
Muchos no aceptan que su pareja heterosexual los estimule en la zona anal (¿temor a que les guste y eso despierte fantasías homosexuales?), los bese en las nalgas o en las tetillas. Cuando se lo permiten disfrutan plenamente logrando altos picos pasionales. En una célebre escena de "El Satiricón", del escritor romano Petronio, el personaje Encolpio ejemplifica este temor: cuando está decaído e impotente recurre a una sacerdotisa y ésta le aconseja ser penetrado con un "olisbos" (falo de cuero) untado con aceite de oliva mientras siendo, a la vez,  azotado con ramas de ortiga. Encolpio huye aterrado, curándose (de espanto) ante tal proposición.
Hay puntos en el cuerpo, descriptos por los orientales, que no coinciden siempre con las zonas anatómicas de los occidentales y que, digitopuntura o caricias mediante, excitarían a varones y mujeres. Por ejemplo veía, en mi viaje por China, los que hacían masajes en los pies, con todo un mapa en ellos donde se describían distintos puntos erógenos.
El máximo tabú, como dije antes, es la famosa zona anal y glútea, y suelen ser reacios a adoptar un rol pasivo (yo  creo que no es tan pasivo) de dejarse acariciar, tocar, palpar o ser besados salvo en zonas "permitidas": genitales, boca, cara. Pensemos que muchos varones mayores de 45 no se hacen controles prostáticos  por no dejarse realizar el tacto rectal, sin pensar que, con ese estudio, dan lugar a que los urólogos descarten patología benigna o maligna de la próstata, y en esto la prevención es fundamental.
El cerebro: ese gran órgano sexual
Explicaba antes que la piel y mucosas comunican con el cerebro: hay una vía somática y otra erógena, al punto que si se corta está última (operaciones, cirugía, bloqueo emocional incluso) se percibe el contacto pero no hay representación cortical erógena. Esto ocurre en los casos, p.ej., de impotencia y anorgasmia donde se siente el tacto pero no hay placer. Los pacientes lo describen bien cuando dicen : "es como si tuviera el cuerpo partido en dos, como si hubiera una desconexión con mi mente". Claro que el cerebro procesa, produce, genera y recibe toda la información: sin él no hay placer, no hay erotismo posible, no hay amor ni pasión. Al punto que uno puede erotizar distintas zonas del cuerpo y las más diversas prácticas, que varían en los seres humanos. El cerebro da la singularidad sexual, el sello distintivo, le da color y emoción. Observemos que podemos ser tocados de la misma manera por diferentes personas pero no sentir la misma sensación. Se acerca esta mujer, me da una beso, me toca la mano y me derrito, "no sé más quien soy"; viene otra, hace lo mismo y no siento absolutamente nada. Es el aparato psíquico que da la respuesta emocional diferente, singular, personal, inefable. Amén de ello sabemos que en el cerebro está representado todo el esquema corporal y existen zonas del placer allí alojadas. Hay personas que tienen dificultad para recibir, dar y disfrutar de las cosas placenteras y a eso, en psicología, se lo llama "anhedonia" (como contrario a lo hedónico = culto por el placer y el goce) y se deben a cuadros psicológicos claros y definidos.
Algo que nos muestra esto con claridad es el mecanismo de acción del Viagra: para que actúe tienen que desencadenarse las primeras fases de la respuesta sexual: deseo, estímulos (visuales, táctiles, sonoros, fantasías, recuerdos) y una vez que se segregaron sustancias en la etapa de excitación el sildenafil comienza a actuar en los cuerpos cavernosos del pene, de manera eficaz y segura, favoreciendo la erección e impidiendo que ésta se pierda. Y eso hace que este novedoso fármaco -citrato de sildenafil-, verdadera revolución en los tratamientos de la disfunción eréctil (ahora también estamos investigando su uso en las mujeres) actúe de una manera fisiológica. No es como dicen algunas mujeres: "ahora se va a excitar con la pastilla y no conmigo". No es así: se excitará con ella y por ella, necesitando desplegar las artes del juego amatorio; recién entonces el Viagra actuará de una manera poderosa. Pero el cerebro es el que tiene la primera orden, la primera y última palabra (pues es allí donde se percibe lo placentero del orgasmo). Reivindiquemos entonces, con loas y alabanzas, al gran órgano sexual que es nuestro tan preciado y querido cerebro.
DR. ADRIÁN SAPETTI, psiquiatra y sexólogo.
Autor de "Los varones que saben amar", Editorial Galerna.
Director del Centro Médico de Sexología

Ensayo sobre la masturbación


Fuente: www.sexovida.com
Publicado en: Revista Terapia Sexual, Vol. II (2), Sao Paulo, Brasil, 1999
Introducción
La masturbación es uno de los tabúes más acendrados en nuestra cultura; la palabra quizás provenga del vocablo latino manus stuprare, algo así como cometer estupro contra uno mismo utilizando las manos. Si tenemos presente que el término estupro conlleva una acción vergonzosa o infamante, queda a la vista la censura que la palabra masturbación lleva implícita. Ya que nos referimos al origen de los términos, podría citarse una curiosidad relacionada con la palabra onanismo que, como se sabe, es otra manera de nominarla. Deriva de Onán, personaje bíblico que, a la muerte de su hermano, le fue ordenado por mandato divino copular con la viuda. Para no embarazarla, el desdichado Onán, eyaculó fuera de la vagina de su cuñada; tras lo cual, por la pérdida de simiente y la desobediencia de la ley de Levirato, fue castigado por Yahvé  (1)  (2)  (3) .
Podrá observarse que, en realidad, más que un acto masturbatorio fue el primer caso consignado de un método anticonceptivo -el coitus interruptus- que, como nos dice el historiador francés Philippe Ariès: “entre toda la panoplia de pócimas, de fundas fálicas, de tampones vaginales, de dispositivos y demás prácticas, sólo el coitus interruptus -el “crimen de Onán”- era responsable de la formidable inversión de la demografía contemporánea, de ese descenso de la natalidad” (4).
Algo de historia
En la Biblia no aparece una prohibición expresa de su práctica, pero sí en forma elíptica y alegórica como en el caso de la transgresión de Onán, ya que todo acto sexual no destinado a la procreación era castigado, pues el objetivo principal era el crecimiento y supervivencia del pueblo judío (“creced y multiplicaos” dice el precepto del Génesis) (2) (5)  (6) .
En sociedades desarrolladas como la egipcia y la grecorromana existía –al menos entre las clases dominantes- un alto grado de liberalidad sexual: hay referencias a cultos fálicos y a masturbaciones en grupos en las fiestas (como las Saturnales romanas) (3)  (4)  (7) . Entre las civilizaciones precolombinas es difícil encontrar datos fehacientes sobre el tema, pero por ciertas producciones artístico-ornamentales (de neto corte fálico) cuando no educacionales, como es el caso de los huacos   eróticos –vasijas- de Perú, y por las costumbres de algunos grupos indígenas de la actualidad, que guardan similitud con sus antecesores en la zona, puede inferirse que la masturbación era tolerada.  En algunas poblaciones indígenas de Colombia aún se acostumbra que, cuando llega un invitado de otro lugar, sólo es aceptado como huésped si se deja estimular los genitales en forma manual por un miembro varón de la tribu (7).
La represión de la masturbación
En los comienzos del siglo XVIII, un monje inglés edita un panfleto donde profiere terroríficas advertencias contra la masturbación y la rebautiza onanismo. En apariencia la primera obra médica dirigida contra la masturbación apareció en 1710 y su autor fue un médico inglés llamado Becker, quien publicó Onania, en clara alusión bíblica (2). La idea de que es un acto pecaminoso, contra natura, comienza a transmitirse de generación en generación, hasta que en 1758 este delito de confesionario pasa a ser aceptado por la medicina de la época. Un médico suizo llamado Tissot se convierte en su abanderado y llega a afirmar que la masturbación era la más mortífera y siniestra de las prácticas sexuales. Como producto del contubernio religión-medicina comienza a desplegarse, de allí en más, un amplio catálogo de enfermedades. Tissot no sólo le atribuyó a la masturbación –en su propio tratado llamado Onanismo y advertencia al público en general con respecto a su salud- ser la causa de agotamiento, nerviosismo y locura, sino que llegó a sostener que al daño físico y psíquico sobrevenía un daño moral con el castigo divino consiguiente (2)  (7). Allí también afirmaba que la pérdida de una onza de semen por vía masturbatoria era tan debilitante como la pérdida de 40 onzas de sangre (2) .  Para ese médico y sus seguidores el onanismo producía:
  • Melancolía
  • Crisis histéricas
  • Ceguera
  • Impotencia
  • Esterilidad
  • Oligofrenias y demencias
  • Cardiopatías (llegó a describirse un corazón del masturbador)
  • Adelgazamiento y tuberculosis
  • Calvicie (1)  (3)  (7)
A lo enumerado habría que agregarle las afirmaciones de la mitología popular de que la práctica masturbatoria hace aparecer pecas en la cara, pelos en la palma de las manos, acné, descalcificación ósea, crecimiento de verrugas; lleva a que se sequen los testículos, o se caiga el clítoris (en el caso de las mujeres), o se reblandezca el cerebro (1). Un educador alemán aconsejaba a sus colegas que enfrentaran ante un espejo a un adolescente sorprendido en actitud masturbatoria y le dijeran : “Ësta es tu imagen de la muerte, el vicio te llevará a la tumba” (2). Con razón Michel Foucault postulaba que “el sexo del colegial llegó a ser un problema público durante el siglo XVIII” (8). Así nace el concepto, en las ciencias médicas, de locura masturbatoria, definida académicamente por el psiquiatra alemán Krafft-Ebbing (1886), quien difundió la idea de que, en la base de ciertos cuadros psicóticos, estaba la práctica masturbatoria (2).
La masturbación, definida como la autoestimulación genital a solas,  responde a una pulsión, a una necesidad de reconocimiento corporal o de satisfacción del deseo a través de caricias en los genitales. No me refiero solamente a la etapa puberal: también la vemos en los niños muy pequeños, que incluyen el hecho de tocarse entre sus juegos más recurrentes. Hay quienes piensan que esta actividad en los pequeños debería reprimirse, pero el castigo del toqueteo o de la autoestimulación genital no tiene ninguna utilidad ni resultado positivo: en la práctica no resulta. En este sentido podría citar una infinidad de recursos aberrantes que se probaron con esa finalidad represiva:
  • Atarlos con sogas y cadena
  • Evitar camas mullidas y habitaciones calefaccionadas
  • Quemarles las manos con ladrillos calientes
  • Sujetar el pene con unos bragueros o atarles campanillas
  • Cinturones de castidad
  • Jaulas con clavos, rodeando el pene, que lastimaban al erectar
  • Operaciones mutilantes y castratorias
  • Clitoridectomía -extirpación del clítoris- en la mujer
  • Cauterización de la médula dorsal para desensibilizar los genitales (1) (3)  (7)
Otros afirmaron que la eyaculación precoz es causada por la masturbación pero no existe una relación lineal entre una y la otra. A lo sumo podría decirse que muchos son eyaculadores precoces no por masturbarse sino por masturbarse incorrectamente. Esto quiere decir que muchos varones, cuando se autoestimulaban, lo hacían sin solución de continuidad hasta eyacular, sin interrupciones ni demoras. Otros, en cambio, con intención de prolongar sus sensaciones placenteras, interrumpían sus caricias o masajes cerca del momento límite, preorgásmico, y luego volvían a comenzar, varias veces, hasta eyacular. Los primeros responden al modelo masturbatorio del eyaculador precoz; los que practicaron espontáneamente el parar y arrancar no tuvieron, en la mayor parte de los casos, ese problema.
Un cambio de mentalidad
Recién a fines del siglo XIX comienza a producirse un cambio de mentalidad y a considerarse que la masturbación no era causa, sino que podía, en los casos compulsivos, ser consecuencia de disturbios mentales. Entre 1911 y 1912, en la Sociedad Psicoanalítica de Viena, hubo un Simposio sobre el onanismo. Allí, Freud habla de un retorno terapéutico del onanismo; en el mismo encuentro, Wilhelm Reich llegará a decir que “si un paciente logra su primer orgasmo, por lo menos masturbatoriamente, es un logro en camino hacia la mejoría”. También sostenía que los padres intentaban suprimir la sexualidad infantil para facilitar la sumisión de los hijos al poder de la autoridad paterna (3) (9).
Los aportes del médico vienés se dieron a conocer con el nombre de Contribuciones para un debate sobre el onanismo. En un párrafo Freud decía: “También puede hablarse de un retorno terapéutico del onanismo. Muchos de ustedes ya habrán hecho, como yo, la experiencia de que es un libre progreso que el paciente ose de nuevo practicar el onanismo en el curso  del tratamiento” (10).
Para hablar de cifras, en 1953, el Informe Kinsey consigna que un 92% de los varones y un 63 % de las mujeres afirmaban haberse masturbado alguna vez (11). Es interesante señalar que, en nuevas encuestas (Informe Hite y otras) esta diferencia entre los sexos tiende a reducirse cada vez más.
Como digresión literaria citaremos algunos escritores que en sus obras comienzan a desdramatizar, cuando no a elogiar, esta práctica, como es en los casos del norteamericano Henry Miller; la portuguesa Anaïs Nin; Phillip Roth que, en su Lamento de Portnoy, describe con lujo de detalles las prácticas onanistas del personaje; la obra de Charles Bukowsky y Woody Allen (tanto en sus textos como en sus films); más cerca nuestro, Julio Cortázar en su Libro de Manuel, nos describe el caso de Lonstein, un cultor del sexo a solas, que ha llegado a perfeccionar la técnica requerida para disfrutarlo al máximo y nos propone un auténtico Manual del onanista consumado y feliz. O como en el caso de varios personajes de mi novela La cara de Dios que viven atrapados en una constante dualidad: atemorizados por el anatema religioso y la vigilancia familiar, tanto como tentados por los deseos de conocerse sexual y genitalmente a través de la masturbación y de las fantasías adolescentes. La lista sería larga e interminable mas deberíamos rendirle tributo a nuestros geniales antecesores que se burlaron con talento y exquisitez de los sectores conservadores y retardatarios: Bocaccio y Aretino, Chaucer y Sterne, Petronio y Alphonse Donatien –el divino marqués-, el colega Rabelais y Voltaire, Vatsyáyána con su Kamasutra.
Puede ocurrir que la masturbación responda a causas no eróticas como estados obsesivo-compulsivos o como forma de calmar momentos de angustia. Es aquella que se hace sin placer, como un ritual, impulsivamente, o a la que se recurre frente a una situación tensionante, a veces sin importar el lugar, el momento o el entorno. Cualquier estado de angustia que provoque displacer, lleva a una masturbación como manera de vivenciar, aunque efímera e ilusoriamente, una sensación placentera pero no suele ser eficaz para resolver ningún conflicto. Si un chico se estimula sus genitales es parte de su desarrollo psicosexual, pero si lo hace en público, en la escuela o de una manera irrefrenable, no es que tenga un problema causado por la masturbación sino que se masturba como consecuencia de una dificultad a la que no encuentra solución. Otro sería el caso de aquellas personas que se masturban de manera excluyente y no entablan relaciones con ningún sexo. Podría encubrir personalidades esquizoides, introvertidas o fóbicas, o aquellos con aversión sexual que temen el contacto con los otros y prefieren refugiarse en un mundo de fantasías por temor a la realidad.
Es bastante común que las parejas practiquen juegos de estimulación manual-genital, pero a esto yo no lo llamaría masturbación (que, sensu estricto, significa estimulación sexual por uno mismo, a solas) ya que es un juego erótico de estimulación compartida. Una variante sería masturbarse mirando a la compañera; otra serían aquellos que necesitan de la estimulación directa para poder concretar el acto sexual. Por ejemplo, en los varones que han cruzado la barrera de los 50, puede ser un recurso que utilicen ellos mismos frente a sus parejas.
En otro orden de cosas, hay eyaculadores precoces que la utilizan previamente para hacer más prolongado el coito, pero es un pésimo recurso porque a medida que pasan los años, el período refractario es más largo, la capacidad de recuperación disminuye y conseguir una erección y, más aún, un segundo orgasmo, ya no resulta tan sencillo como a los 20 o 30.
En los adolescentes se da con mayor frecuencia debido a la irrupción de un intenso impulso sexual por la llegada de hormonas al torrente sanguíneo, lo que produce una intensificación de la libido (energía sexual). Los jóvenes pueden hacerlo una, dos o más veces al día, sin que los afecte en nada, porque ese flujo hormonal les otorga una pulsión sexual que necesitan canalizar y que su plena vitalidad permite sin consecuencias ulteriores. Si bien es cierto que disminuyen la frecuencia masturbatoria cuando comienzan a hacer el amor con las chicas, suelen coexistir ambas prácticas (1).
No todos los varones se masturban igual: si es con la mano, hay diferentes formas de frotar el pene. Está quien utiliza toda su mano y aprieta fuerte el miembro y aquel que sólo utiliza el dedo pulgar e índice a modo de anillo. Muchos, varones o mujeres, no recurren a sus manos y se frotan contra el colchón o una almohada, pero en algunos de estos casos donde se evidenció un rechazo a tocarse podíamos ver, a posteriori, cuadros de eyaculación retardada o ausente y anorgasmias o fobias sexuales. También ciertas personas se excitan adicionando un estímulo anal o acariciando partes de su cuerpo, otras disfrutan frotándose con cremas, viendo películas pornográficas o mirando fotos de desnudos.
En determinados casos podríamos detectar comportamientos patológicos, como aquellos que se dan fuera de contexto. Si un individuo en vez de hacerlo en su intimidad se masturba públicamente mirando parejas, es evidente que estaría encuadrado en una parafilia -cuando se necesitan de actos inusuales o extravagantes para lograr la excitación- : en este caso son exhibicionistas o voyeuristas (es interesante ver que es una parafilia detectable, casi de manera excluyente, entre los varones). Otro rasgo que podría denotar cierta distorsión de la norma es cuando se vuelve un modo exclusivo de obtener placer. Habría que revisar en estos casos qué es lo que impide relacionarse sexualmente con otras personas porque, evidentemente, algo no está funcionando adaptativamente en su estructura psicológica, hecho frecuente en las aversiones y fobias sexuales.
La masturbación femenina ha sido más reprimida y censurada culturalmente que la masculina. Si bien los varones, con o sin culpa, lo hacen, muchas mujeres han inhibido tal posibilidad. Aunque algunas de ellas no reconocen una masturbación directa, al interrogarlas recuerdan ciertos juegos que son evidentemente sucedáneos de ella, como por ejemplo colocarse las manos o un almohada entre los muslos o frotarse contra la cama o algún borde. Si bien hay mujeres que disfrutan de su sexualidad sin haber pasado por la etapa de autoestimulación, observamos con gran frecuencia, en aquellas que nos consultan por anorgasmia, que en sus antecedentes sexuales no registran el haberse masturbado, lo que permite avizorar una falta de permiso para explorarse y reconocerse genitalmente y esto frecuentemente se liga con la dificultad de llegar al orgasmo (5).
De un tabú a un arma terapéutica
En Sexología hablamos de la posibilidad del empleo de la autoestimulación con fines terapéuticos, siempre y cuando el paciente lo acepte, para revertir casos de eyaculación precoz y retardada, anorgasmias o disfunciones erectivas. Si bien excede los marcos de este trabajo una detallada descripción del uso de la autoestimulación en el marco de las Terapias Sexuales podemos decir que es un instrumento técnico de primer orden (como es el caso de las técnicas de parada-arranque, a realizar fuera de la consulta, o el método de Semans) en programas de tratamientos para eyaculación precoz, anorgasmias, disfunción eréctil (7) (12)y fobias sexuales del varón y la mujer. El objetivo inicial consiste en la eliminación de tantos factores de inhibición como sea posible ya que muchas veces la presencia de otra persona ejerce un efecto inhibidor importante, hecho observable en las fobias sexuales. Se intenta reducir la ansiedad y exigencias de rendimiento del paciente, dándole –a través de técnias conductuales, cognitivas o gestálticas- un cierto “permiso” para lograr el orgasmo o la erección (7) (12). Tendría que destacar que las Terapias Sexuales suelen ser de mayor efectividad cuando el tratamiento se hace en conjunto con la pareja. En el caso del eyaculador precoz se intenta que sepa reconocer las sensaciones preorgásmicas y detenerse a tiempo, cosa de lo que no tiene un claro registro, para reeducar los tiempos internos del individuo en aras de prepararse para sus encuentros sexuales posteriores (13).
Es dable observar que en muchos casos de eyaculación retardada o de aneyaculación se detecta –amén de denotar una cierta estructura obsesiva y controladora de las emociones-, que este tipo de pacientes no se han tocado los genitales ni se masturbaron, salvo por frotamiento en la cama, sin intervención de las manos y de una manera ritualista. En estos casos, en los inicios de la terapia, se intenta que logren autoestimularse tocándose los genitales y que puedan eyacular –en algunos por primera vez en su vida- por vía masturbatoria.
Algo similar ocurre con las mujeres anorgásmicas:  hay una cierta correlación entre su dificultad y la represión de experiencias masturbatorias, incluso en su adolescencia (5) (12). Es bastante común observar que en las anorgasmias primarias se nota una ausencia de historia de autoestimulación (incluso muchas veces refieren que ni se han mirado sus genitales: hecho común en las fobias a la penetración, el vaginismo y el matrimonio no consumado).
Por último quisiera señalar que la autoestimulación junto al estímulo visual fue utilizada, en varones con disfunción eréctil de variadas etiologías, en algunos trabajos de investigación con el citrato de sildenafil -inhibidor selectivo de la fosfodiesterasa V- y en estudios abiertos, naturalísticos, en pruebas de seguridad y eficacia con este efectivo y novedoso fármaco (14) (15) (16) (17) (18) (19) (20).
Conclusiones
La masturbación puede acompañar a varones y mujeres hasta sus últimos días y ser un elemento terapéutico en el abordaje de las disfunciones sexuales. Insisto en la idea de que se trata de una práctica íntima, privada, que puede asociarse o no con la relación que se tenga con los otros. Es una manera de mantener activo el erotismo y muchas personas recurren a la autoestimulación en momentos donde no pueden, por circunstancias especiales, tener relaciones sexuales con sus compañeros; por insatisfacción; por soledad o como una variante más en el infinito marco de posibilidades que permite el encuentro amoroso. La Sexología moderna no afirma que hay que masturbarse de manera obligada ni que el que no lo hace es un reprimido como tampoco creo que la masturbación deba ser realizada, aconsejada y hasta tecnificada terapéuticamente de una manera generalizada y unívoca. Las creencias religiosas y los valores (concepto axiológico) tienen vigor y, por otro lado, muchas personas no necesitan hacerlo porque se encuentran sexualmente satisfechas. Pero también es cierto que se debiera aceptar que, aquel que lo desee, por insatisfacción, necesidad o alternativa, pueda masturbarse sin culpa, censura, castigos ni temores (7).

Bibliografía
1- Sapetti A.,  Los varones que saben amar, Editorial  Galerna, Bs. As., 1997
2- Rosenzvaig R., La pareja al desnudo, Editorial Sudamericana, Bs. As., 1994
3- Sarnoff S., Sarnoff I. Onanismo, Grijalbo, 1981, Barcelona
4- Ariès Ph., Duby G. Historia de la vida privada, Taurus, Madrid, 1987
5- Sapetti A., Rosenzvaig R. Sexualidad en la pareja, Editorial Galerna, Bs. As., 1988
6- Biblia de Jerusalem. Desclee de Brouwer, Bilbao, 1975
7- Sapetti A., Kaplan MV. La sexualidad masculina, 4ta edición (ampliada). Editorial Galerna, Bs. As., 1992
8- Foucault M. Historia de la sexualidad, Siglo XXI, Bs. As., 1981
9- Reich W. La función del orgasmo, Paidós, Bs. As.,  1983
10- Freud S. Obras completas. Ediciones Amorrortu, Bs. As., 1981
11- Kinsey A., Pomeroy W., Martin C. Sexual behavior in human male. Saunders Ed., Filadelfia, 1953
12- Kaplan H. S. The New Sex Therapy – Active Treatment of Sexual Dysfunctions.  Brunner Manzel, NY, 1974.
13- Sapetti A., Kaplan MV. Manual de sexualidad masculina (2da edición). Editorial Galerna, Bs. As., 1994
14- Montagne DK, Barada JH, Belker AM, et al. “Clinical guidelines on erectile dysfunction: summary report on the treatment of organic erectile dysfunction”. J Urol 1996; 156: 2007-2011
15- Morales A, Heaton JPW, Johnston B, Adams M. “Oral and topical treatment of erectile dysfunction – present and future”. Urol Clin North Am 1995; 22: 879-886
16- Morales A, Gingell C, Collins M, Wicker PA, Osterloh IH. “Clinical safety of oral sildenafil citrate in the treatment of erectile dysfunction”. Int J  Impot Res  1998, 10: 69-74
17- Goldstein T et al. “Oral sildenafil in the treatment of erectile dysfunction”. N Engl J Med 1998; 338: 1397-404
18- Boolell M, Gepi-Attee S, Gingell JC, Allen MJ. “Sildenafil, a novel effective oral therapy for male erectile dysfunction”. Br J Urol 1996; 78:257-261
19- Viagra Investigator Brochure- Pfizer Central Research, Sandwich ,Kent ,UK.-1997
20- Sapetti A. “Estudio abierto naturalístico del uso del Sildenafil en 64 pacientes con Disfunción Eréctil de diversas etiologías”. Presentación en Mesa Redonda en Congreso de APSA, Mar del Plata, abril de 1999
Dr. Adrián Sapetti.

miercoles 29 de Junio 2011

Fundación Argentina de Afasia
Encuentro sobre sexualidad , afectividad y calidad de vida.
Disertante  Lic M E Villa Abrille

Excelente experiencia en la Escuela 502 de Bolivar. Gracias!!

miércoles, 22 de junio de 2011

Los trastornos sexuales en pacientes con esquizofrenia


Fuente: http://www.rpp.com.pe/2011-06-21-los-trastornos-sexuales-en-pacientes-con-esquizofrenia-noticia_377222.html

Martes, 21 de Junio 2011  |  12:00 am
Los trastornos sexuales en pacientes con esquizofrenia
PRI / Morgue File
¿Sabías que más del 50 por ciento de los varones con esquizofrenia experimentan algún tipo de disfunción sexual mientras toman fármacos antipsicóticos?

Los trastornos sexuales en pacientes con esquizofrenia I | RPP

Los trastornos sexuales en pacientes con esquizofrenia II | RPP

El Dr. Maestre Contesta | RPP

Las consecuencias en la vida sexual del paciente es uno de los motivos principales por los que abandonan el tratamiento
Dr. José Díaz Morfa, presidente de la Asociación Española de Sexología Clínica
24%
de los pacientes esquizofrenicos tienen algún tipo de conducta sexual mal adaptada
La vida sexual de los pacientes esquizofrénicos no suele ser tomada en cuenta al momento de establecer el tratamiento médico respectivo lo que se convierte en uno de los principales motivos por los que abandonan el tratamiento. Hoy en Era Tabú, el Dr. Fernando Maestre hablará sobre los trastornos sexuales en pacientes con esquizofrenia.

Según José Díaz Morfa, presidente de la Asociación Española de Sexología Clínica (AESC) y consultor de la sección de Psiquiatría y Sexualidad Humana de la Asociación Mundial de Psiquiatría, la calidad de la vida sexual de los pacientes esquizofrénicos se ve menguada por los prejuicios existentes en torno a que el paciente mental no tiene vida sexual, la falta de información de los especialistas en esta materia y la creencia de la inexistencia del disfrute sexual de la paciente femenina.

Sin embargo, son los mismos pacientes con esquizofrenia quienes tienden a expresar en consulta su preocupación por su funcionamiento sexual. Según un ensayo, publicado en el "The Psychiatric Rehabilitation Journal", y realizado con 39 pacientes cerca del 80% de los enfermos indagó sobre las consecuencias de la enfermedad en la sexualidad y además solicitó información sobre los efectos de la medicación en su vida sexual.

Según un trabajo publicado en el "American Journal of Psychiatric", más del 55% de los varones y más del 30% de las mujeres con esquizofrenia experimentan algún tipo de disfunción sexual mientras toman antipsicóticos. Este es uno de los motivos principales por los que abandonan el tratamiento, añade el doctor Díaz Morfa.

Dentro de los obstáculos a los que se enfrentan los pacientes con esquizofrenia está la dificultad de encaminar la conducta sexual mal adaptada. Su condición les impide el establecimiento de relaciones íntimas sanas dado a que la mayoría de pacientes posee alta prevalencia de abusos sexuales, efectos secundarios de la medicación y vulnerabilidad psíquica propia de la enfermedad.

Por otro lado, se considera que entre un 8% y un 24% de los enfermos tienen algún tipo de conducta mal adaptada como puede ser exhibicionismo, mantener el uso de relaciones sin preservativo, practicar sexo en público o permitir que abusen de ellos, entre otros. Según un trabajo reciente, publicado en "British Journal of Psychiatric", en el que se entrevistó a 113 hombres y mujeres esquizofrénicos constató que el 8% era promiscuo y que el 23% tenía otras desviaciones no específicas.

Así también, el paciente con esquizofrenia no suele practicar relaciones sexuales seguras, lo cual eleva sus probabilidades de contraer algún tipo de ETS. También cabe mencionar que algunos pacientes se ven expuestos al intercambio de sexo por dinero, el uso de drogas, la presencia de déficits cognitivos, que provocan por ejemplo impulsividad y falta de control, o el deseo de algunas mujeres de quedarse embarazadas.


lunes, 20 de junio de 2011

La utilidad del humor en la psicoterapia

La utilidad del humor en la psicoterapia

Mª Isabel Rodríguez Fernández.

Trabajo presentado en el 2º Congreso Virtual de Psiquiatría (2001)
 
 Fuente: http://www.maribelium.com/pagina18471.htm
Resumen
El humor ha demostrado tener diversos efectos beneficiosos sobre la salud física y mental. Dichos efectos son mediados por péptidos endógenos llamados endorfinas. El uso del sentido del humor en psicoterapia puede facilitar el diagnóstico y ser una técnica de tratamiento útil en manos de distintos psicoterapeutas. Puede ayudar a los pacientes a ver los eventos dolorosos de sus vidas desde una perspectiva menos aterradora
INTRODUCCIÓN

Todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas los efectos beneficiosos del buen humor y el alivio que puede suponer que alguien nos haga reír en un mal momento. Por esta razón considero importante que como terapeutas nos planteemos la pregunta de hasta donde podemos influir en el humor de los pacientes para que se sientan mejor. ¿Es posible fomentar el buen humor? ¿Es terapéutico el sentido del humor?
Las personas con buen humor tienden a enfermar menos en general (enfermedades mentales incluidas). ¿Quiere decir esto que el sentido del humor puede tener un efecto protector sobre nuestra salud? Y si es así, ¿podríamos afirmar que potenciar el humor puede ayudar a mantener o recuperar un buen estado de salud? Hay diversos estudios en los que se afirma que los pacientes hospitalizados se recuperan antes cuando son capaces de considerar con humor su situación. El humor también facilita las relaciones de los pacientes con el personal hospitalario.(1)
Estudios actuales apuntan a que hay una estrecha relación entre la risa y las endorfinas. El hecho de reír produce una relajación generalizada que favorece la producción de endorfinas, supone un alivio físico y psíquico a un tiempo. Las endorfinas favorecen una recuperación más rápida de las enfermedades (pues están estrechamente relacionadas con el sistema inmune), tienen efecto antidepresivo y ayudan a mantener la salud. Además, es de destacar su importante acción como mediadoras en el efecto placebo, cuya eficacia ha sido demostrada para el alivio de dolores diversos, padecimientos psíquicos (el 40% de los enfermos con depresión tratados con placebo mejoran), etc. (1, 2, 3, 4, 5). Hay endorfinas cuyos efectos son más potentes que los de la morfina, sin sus efectos secundarios. Las endorfinas tienen un importante papel neurotransmisor en el sistema nervioso central. Se ha comprobado su gran capacidad de despolarizar las membranas celulares, lo cual disminuye el impulso nervioso (2).
Una actitud positiva ante la vida y el sentido del humor implican una bioquímica equilibrada, y esto contribuye a que el funcionamiento neuroendocrino del organismo sea más adecuado. En un estudio se pudo observar que la risa reducía los niveles de hormonas de estrés (6). Lo cual contribuye a la larga a una mejor calidad de vida (7)
¿No es cierto que la risa positiva aleja al miedo, a la tristeza, a la preocupación? ¿De dónde sino viene esa manía popular de contar chistes? El chiste produce una ruptura presentando una solución imprevisible y sorprendente, fuera de toda lógica, el humor rompe la linealidad del pensamiento lógico. El humor ayuda a que nos desbloqueemos psicológicamente.
Incluso Freud defendía el sentido del humor como un mecanismo de defensa más sano que otros, que solían utilizar las personas más inteligentes. Freud considera el ingenio como una subcategoría de lo cómico. Como una manera juguetona de abordar la realidad, por el descubrimiento de semejanzas y conexiones ocultas, por un mecanismo similar al que genera los sueños. Los chistes y los sueños cumplirían así una función psicológica básica de hacer emerger del inconsciente los contenidos reprimidos con diversos disfraces. Siendo así una fuente de gratificación sustitutoria o una vía de hacer realidad un deseo: "El ingenio nos ofrece los medios para superar las restricciones y alcanzar fuentes de placer de lo contrario inaccesibles". Así proporciona una vía para rebelarnos contra la autoridad, la homosexualidad o incluso contra la razón entre otros temas que son fuente de temor(8).
La risa es buena para la salud, así como tomarse las cosas con buen humor, positivamente y sin proyectar negatividad. Estos factores ayudan a tener una vida más plena.
APLICACIONES DEL HUMOR A LA PSICOTERAPIA
El humor también se puede aplicar para reírnos de nosotros mismos y para distanciarnos de las situaciones que nos generan inquietud. Sería una forma de ir cambiando nuestra reacción ante condicionamientos y situaciones diversas. Un ejemplo de la aplicación del sentido del humor en la psicoterapia es la "Prescripción paradójica" de Viktor Frankl. El indicar a una persona que se provoque su síntoma antes de que éste se manifieste, lo que con frecuencia puede provocar que el paciente se ría de sí mismo y de su reacción ante la situación, con lo que su reacción habitual se bloquea al romperse el mecanismo mental y emocional que lo generaba. Parafraseando a Frankl: "...el paciente ríe para sí, por lo menos internamente, en ese mismo momento, y con ello tiene ganado el juego. Porque esa risa, como todo humorismo, crea distanciamiento, hace que el paciente se distancie de su neurosis. Y nada es tan capaz de poner al hombre en posición de crear una distancia entre sí mismo y algo como puede serlo el humorismo." (9)
W. Allport afirmó que el neurótico que lograra una vez reírse a gusto de sí mismo, por ello, estará ya en vías de curación.
Frankl en su obra "Psicoanálisis y Existencialismo" (9) cita los nombres de varios psicoterapeutas que afirman haber hecho mejorar a muchos pacientes en poco tiempo con ayuda de la intención paradójica de crisis de angustia, fobias o incluso de neurosis compulsivas. Sin dejar de señalar que esta técnica excluya la comprensión y estudio a fondo de toda clase de conflictos neuróticos. Ejemplifica la técnica con el relato de numerosos casos que han experimentado mejorías espectaculares.
El usar la ironía o la sátira o el sentido del humor durante la entrevista con un paciente puede favorecer la relación terapéutica. Incluso, si el paciente es capaz de reírse de su situación, esto puede cambiar su percepción subjetiva de las situaciones que le afectan y preocupan, con un efecto liberador, y por ende terapéutico, de una realidad en la que la persona se puede estar sintiendo encerrada (10, 11, 12).
El hacer bromas con un paciente puede ayudar a comprender su diagnóstico, síntomas y conflictos básicos, así como proporcionar una orientación hacia el tratamiento, pues puede mostrar las luchas de los pacientes para afrontar las relaciones interpersonales, los problemas, las crisis y el cambio. Ayuda a detectar los aspectos de la condición humana que provocan más ansiedad (13)
Otras formas de potenciar el buen humor (y como consecuencia generar endorfinas saludables) serían (1, 2) :
Recordar situaciones placenteras: esto puede ayudar a que nuestro organismo secrete el mismo tipo de endorfina que la situación recordada. Esta es la base de numerosas técnicas de visualización que potencian estados de relajación, bienestar y favorecen el autocontrol en situaciones críticas cuando se potencia el recuerdo de la situación agradable (esto último se aplica en diversas estrategias de la Programación Neurolingüística, entre otras (14).
Utilizar técnicas de relajación: mediante la respiración, la meditación (15), relajación muscular progresiva, entrenamiento autógeno, biofeedback, etc.
Hacer deporte (2)
Realizar actividades que nos resulten agradables (2).
CONCLUSIONES
De las razones expuestas anteriormente concluyo que el uso del sentido del humor puede tener diversos efectos beneficiosos sobre nuestros pacientes:
Potenciar la relación terapeuta-paciente.
Proporcionar información adicional sobre los conflictos del paciente y sus mecanismos de afrontamiento.
Proporcionar mejorías ante diversos padecimientos psíquicos o al menos ayudar a sobrellevarlos con menor sensación de carga.
Provocar una ruptura en dinámicas de pensamiento viciadas.
Proporcionar nuevos recursos de enfrentamiento a la realidad.
Tener más libertad mental ante diversas situaciones que antes limitaban la vida.
Ayudar a mantener el estado de salud física y mental.
Favorecer las relaciones sanas con nuestros semejantes.

Y sobre todo puede ser una guía en el camino hacia la felicidad y satisfacción por la vida tanto la nuestra como la de nuestros pacientes.
Bibliografía
1.- Lawson, J.; Endorfinas. La Droga de la Felicidad; Ediciones Obelisco, Barcelona, 1990
2.- Myers, D.G.; Psicología; Editorial Médica Panamericana, Buenos Aires, 1988
3.- Terenius, L.; From opiate pharmacology to opioid peptide physiology; Ups J Med Sci; 2000; 105 (1): 1-15
4.- Brody; H.; The placebo response. Recent research and implications for family medicine; J Fam Pract, 2000, Jul; 49 (7): 649-54
5.- Ter Riet, G. y cols.; Is placebo analgesia mediated by endogenous opioids? A systematic review; Pain, 1998, Jun, 76 (3): 273-5
6.- Berk, L-S. y cols.; Neuroendocrine and stress hormone changes during mirttful laughter; Am J Med Sci, 1989, Dec; 298 (6): 390-6
7.- Hulse, J.R.; Humor: a nursing intervention for the elderly; Geriatr Nurs, 1994, Mar-Apr; 15 (2): 88-90
8.- Freud, S. ; El chiste y su relación con lo inconsciente; Alianza Editorial, Madrid, 1980
9.- Frankl, V.E.; Psicoanálisis y existencialismo. De la psicoterapia a la logoterapia; Fondo de Cultura Económica, México, 1990
10.- Berger, P.; Risa Redentora. La dimensión cómica de la experiencia humana; Ed. Kairós, Barcelona, 1999
11.- Chapman, A.H.; Chapman-Santana, M.; The use of humor in psychotherapy; Arq Neuropsiquiatr, 1995, Mar; 53 (1): 153-6
12.- Richman, J.; Jokes as a projective technique: the humor of psychiatric patients; Am j Psycoter, 1996, Summer; 50 (3): 336-46
13.- Grindler, J.; Bandler, R.; TRANCE-FÓRMATE. Curso Práctico de Hipnosis con Programación Neuro-lingüística; Gaia Ediciones, Madrid, 1999
14.- Infante, J.R. y cols.; ACTH and beta-endorphin in trascendental meditation; Physiol Behav, 1998, Jun 1; 64 (3): 311-5